Espacio protegido

La Bahía de Cádiz atesora valiosas praderas marinas que prestan cobijo a diferentes especies

La vegetación submarina suele ser la gran olvidada en aquellas zonas de costa sometidas a una fuerte actividad humana. En la Bahía de Cádiz comprobamos el valor de estas praderas sumergidas.

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Las fanerógamas marinas son plantas con tallo, flores, hojas y frutos. No son algas. Son similares a las plantas terrestres solo que adaptadas a la vida submarina. En España subsisten cuatro especies de estas praderas acuáticas. La más grande y espectacular es la Posidonia Oceánica, endémica del Mediterráneo.

Las otras tres encontraron un hábitat ideal en la Bahía de Cádiz. Enraízan en fondos arenosos y fangosos de poca profundidad entre la zona de rompientes.

En estas zonas inter y submareales estas praderas marinas ejercen un papel ecológico múltiple y fundamental: Previenen la erosión, fijando la arena, y protegen el fondo al atenuar el oleaje.

Oxigenan el mar a través de la fotosíntesis, captando el CO2. La Facultad de Ciencias del Mar empezó a investigar estas praderas marinas hace dos años. La Universidad de Cádiz inicia ahora un nuevo Plan de Investigación con fondos europeos Next Generation.

En la actualidad, estos ecosistemas se encuentran en claro retroceso, estando en riesgo la conservación de estas especies emblemáticas de nuestros mares. Las principales amenazas guardan relación con la actividad humana: infraestructuras costeras y marinas, contaminación o el aumento de temperaturas por el Cambio Climático. Gracias a un acuerdo con el gobierno cántabro, Fernando Brun trae, desde Santander, rizomas de zostera marina para ser trasplantados aquí.

Tras romper su colaboración con el restaurante A Poniente, el Área de Ecología desarrolla el nuevo proyecto en las salinas Preciosa y Roqueta, dentro de las 40 Has del complejo medioambiental Marambay.

Las plantas marinas han tenido innumerables usos históricos, incluso el Papa Julio III las recomendó a toda la Cristiandad para rellenar colchones porque mataban a los chinches. La Cymodocea se usa en Egipto para ensaladas. La Zostera Marina crece tan solo en unos pocos rodales de la Bahía pero tiene la particularidad de germinar un grano comestible parecido al arroz, lo que ha despertado el interés gastronómico por producirlo de cocineros como Ángel León.

La Bahía de Cádiz es aún un lugar maravilloso para las praderas de fanerógamas. Conserva un medio marino con aguas de alta calidad y disfruta de muchas horas de luz con un clima muy adecuado. En revertir la situación de miles de hectáreas de esteros y salinas abandonados puede estar la clave de su futuro medioambiental.