Entre octubre de 2006 y junio de 2007, Alberto Arce filma, cámara en mano, el día a día en ciudades como Amman, Irbil, Suleimanya, Halabja y Kirkuk.
El director asturiano Alberto Arce nos cuenta una historia, rodada en solitario y cámara en mano, con la que trata de ahondar en la realidad del Kurdistan iraquí.
En una tierra donde la violencia condiciona a diario la vida cotidiana de las gentes, abandonadas a su suerte por las potencias 'pacificadoras' occidentales, Arce da voz a sus habitantes para explicar que la identificación entre kurdos iraquíes y la ocupación norteamericana se debe más a pactos que a la voluntad de su sociedad civil, empeñada no sólo en recordar la memoria del genocidio sufrido a manos del ejército de Saddam sino en demostrar que el futuro de Iraq puede y debe pasar por el federalismo y la reconciliación de los grupos divididos primero por Saddam y ahora por los americanos.
El documental tiene una duración de 55 minutos y es una coproducción de Doblebanda y Palacios Productores.La dirección y el guión corren a cargo del gijonés Alberto Arce.