Las células tumorales circulantes, que se transportan en la sangre y son responsables de la metástasis, consiguen pasar inadvertidas a nuestro sistema inmune "disfrazadas" de plaquetas que les transfieren información.
Entrevistamos a la investigadora María José Serrano para que nos cuente todos los detalles del hallazgo.
Puedes ver más reportajes en la web de ConCiencia y el programa completo en la plataforma de Canal Sur Más.
El grupo de investigación de Biopsia Líquida e Intercepción del cáncer integrado en el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada ha descubierto que las células tumorales circulantes se hacen pasar por plaquetas para no ser detectadas en el torrente sanguíneo. Este hallazgo puede contribuir a un mejor entendimiento del proceso tumoral y al desarrollo de tratamientos dirigidos a interceptar el proceso de diseminación tumoral y, por tanto, de la aparición de la metástasis.
El estudio está liderado por la investigadora principal del centro Genyo (Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica) María José Serrano, con la que hemos hablamos en el programa "ConCiencia" sobre este hallazgo, que marca un antes y un después en el abordaje de tratamientos diana y también en el conocimiento de la metástasis.
La doctora se detiene en contar la relación que tienen las células tumorales con las plaquetas. Ya se conocía que tienen un papel fundamental en le desarrollo del cáncer porque forman un escudo que protegen a las células cancerígenas para hacerlas resistentes a nuestro propio sistema inmunológico. La novedad está que no solo formaban un escudo, también hacen invisibles a las células tumorales circulantes porque éstas atrapan los marcadores, las características propias de las plaquetas para mimetizarse con el resto de células que hay en el torrente sanguíneo. Hasta tal punto que se modifican genéticamente.
Se modifica la composición lipídica de la membrana de la célula tumoral, no sólo la membrana externa, también de la membrana nuclear. Cuando se modifican estas dos membranas, explica la investigadora, se modifica funcionalmente la célula, se hace refractaria, es decir, evita que muera por estar en un sitio que no es el suyo. Y como es capaz de inhibir la muerte, también puede crecer y proliferar.