Chirigota 'Los hermanos del Buen Fin'
Una agrupación que juega al surrealismo y venden un repertorio que hila fino para apuntar que todos estamos en una secta.
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SEMIFINALES
La chirigota 'Los hermanos del Buen Fin' carga duramente contra la religión en el primer pasodoble. "Las religiones son mentira. Son otro tipo de fronteras para la humanidad", dice la letra. En el segundo, esta secta tan colorida venera el carnaval. "Es lo único que no es mentira". El Bizcocho es especialista en cambiar la estructura marcada en los pasodobles. Llevan estribillos, pero finalmente da el golpe en el segundo. Los cuplés son de rigurosa actualidad. El primero habla del estado de salud del Papa Francisco y el segundo sobre la publicación de conversaciones privadas de futbolistas. Temas muy frescos con los que arriesga la chirigota.
CUARTOS
La chirigota 'Los hermanos del Buen Fin', con letra y música de Antonio Álvarez "Bizcocho" y dirección de Ernesto Javier Urmeneta, está inspirada en una comuna que llegó a la Sierra de Cádiz, cerca de Benaocaz, y que finalmente fue desalojada. La chirigota del Bizcocho busca un líder que no llega aparecer. Los miembros, aunque llevan veinte años en el Carnaval de Cádiz siguen sintiéndose nuevos.
La agrupación tiene un repertorio lleno de humor, incluso en los pasodobles. En el primero, hacen una crítica a los bancos, "te roban y parece que hay que darles hasta las gracias, eso sí que es una secta", sentencian. Se burlan de los que siguen tanto al líder, que cambian de izquierda a derecha sin despeinarse, como Joaquín Sabina o Felipe González. En el segundo pasodoble rechazan las banderas "que las lleva el tonto".
Ofrecen un simpático cuplé: "no puede tirar un cadáver sin que lo graben", refiriéndose Google Maps; y un popurrí jugoso que deja buen sabor de boca. Subrayan que no son una chirigota, cantan a todo el mundo el himno de su fraternidad y esperan el juicio Final o el Semifinal. Será un Buen Fin cuando veas que no hay solución, fuera el rencor, con hermanos a mi alrededor. Y sí, voy a morir.