La fadista habla de "vida en vena" para referirse a su último trabajo, "Pura vida".
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Nacida en Oporto, de padre portugués y madre española, Mísia vivió la música desde niña con una madre y una abuela catalanas -la primera, bailarina de música clásica, y la segunda, vedette- que le aproximaron a todos los géneros musicales. Esa influencia le llevó a crear una forma personal de hacer fado, un nuevo género pero con raíces tradicionales. Espíritu libre y una de las más grandes figuras de culto internacional, para su voz han escrito los mejores poetas vivos. Mísia no cesa de inundar el escenario de connotaciones y sentimientos, en un carrusel que parte de su alma y se proyecta con espíritu teatral en su nuevo, «Pura vida», un espectáculo que ha presentado en el Lope de Vega de Sevilla dentro del Festival de Fado. Tiene un repertorio de 12 fados y dos inéditos acompañados con piano, violín, clarinete bajo y guitarra portuguesa. Con los temas elegidos, pretende cantar el léxico y la gramática de las emociones, la vida en estado puro . Porque el fado, como le gusta decir a Misia, no es ni triste ni alegre, sino profundo. Es destino.