Según un reciente estudio de la Administración pública andaluza, en los últimos cuatro años se ha registrado un descenso en el consumo de alcohol, porros y cocaína en los últimos cuatro años. Pero aún queda mucho por hacer. Y es que casi 40.000 personas reciben tratamiento, sólo en los centros públicos andaluces.
El cannabis encabeza la lista de las sustancias ilegales más consumidas en Andalucía, seguida de la cocaína, el éxtasis y los tranquilizantes sin prescripción médica. Según un reciente estudio de la Administración andaluza, se ha registrado un descenso en el consumo de alcohol, porros y cocaína en los últimos cuatro años. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Y es que casi 40.000 personas reciben tratamiento solo en los centros públicos andaluces.
Este martes 21 de marzo (22:20 horas), en el reportaje titulado “Adictos”, “75 Minutos” se interesa por los que han destrozado sus vidas y las de sus familias por culpa de las adicciones, pero también muestra el ejemplo de los que han sabido levantarse y, desde su experiencia personal, ayudar a los demás. El cantante José Luis Gómez, más conocido como Pepe El Marismeño, contará su lucha contra las drogas, junto a su madre y su esposa, y hablará en su centro de que la adición es “una enfermedad que no desaparece nunca”.
Dice con sorna que es “el drogadicto de España” y eso que lleva 14 años sin probar ni una gota de alcohol ni ninguna sustancia. “Hay gente que se ha ido a lavar su imagen a televisión y después te enteras de que ha tenido tal o cual porrazo… yo creo que a mí se me respeta por la trayectoria que he tenido”. Pepe El Marismeño, puede que haya sido el “drogadicto de España” pero, superada esta fase en la que llegó a consumir cinco gramos de cocaína al día, ahora se siente mejor que nunca. Tras dejar las drogas, Pepe se curó, se hizo terapeuta y ahora ayuda a otros a recuperarse de “una enfermedad que no desaparece nunca”.
En su casa de Punta Umbría, en Huelva, su mujer María José y su madre Antonia hablan con Bea Díaz. “Hace mucho que no hablamos de cómo fue todo este proceso”, dice la esposa mientras le coge la mano a Pepe. En esa veintena de años juntos, llenos de encuentros y desencuentros, madre y esposa coinciden. “Es duro, pero hay que poner las cartas sobre la mesa, dar un ultimátum y empezar a recomponer las cosas”. Tanto las ha recompuesto que Pepe El Marismeño llega, chaqueta al hombro, al plató de “Yo soy del sur”, el programa de Canal Sur Televisión que ha revitalizado el género de las sevillanas. Entre bromas, compañeros y concursantes, se dispone a ocupar, como cada sábado, su silla de jurado. “Es una maravilla trabajar en un lugar como éste con tan buen ambiente”, asegura mientras el programa está a punto de empezar.
Sergi prepara con esmero las lentejas que hoy propone el menú. Es el plato principal que comerán él y los siete compañeros que viven en una de las Casas de Ayuda para la Reinserción que existen en Andalucía, con plazas públicas. “Todos los que viven aquí tienen una serie de tareas domésticas adjudicadas a diario. Hay que volver a marcarles las rutinas, tienen que empezar de cero”, le dice Alicia, la directora de la casa, a la reportera Rocío Vicente. “Yo me he llevado 30 años consumiendo drogas. Y ahora quiero empezar una nueva vida”, asegura Sergi. “Aquí los ayudamos a que su reinserción en la sociedad se haga de manera paulatina. Les damos las herramientas para buscar un empleo y emprender un nuevo camino”.
En Andalucía, la edad media de comienzo en el consumo de alcohol está en los 13,9 años, dentro de la media nacional. Juan José comenzó a perder el control de su vida la noche en la que se tomó la primera cerveza con unos amigos de su pueblo en La Rinconada cuando tenía 13 años. A esa primera experiencia, le siguieron litros de bebidas alcohólicas. “Vivía para beber, sin parar, me emborrachaba siempre que tenía dinero y a los 15 años me enganché a la cocaína y al cannabis porque necesitaba drogarme para sentirme fuerte”, cuenta arrepentido. Su adicción le aisló del mundo, perdió a su primera mujer, al hijo que tuvo con ella y a sus cinco hermanos.“La muerte de mis padres me llevó a buscar refugio en las drogas”, reflexiona y reconoce su culpa este joven de 37 años que ha sido testigo del fallecimiento de dos amigos con los que compartía adicciones. Después de estar dos años durmiendo en la calle y caer sin sentido en un banco en el año 2014, buscó ayuda. Desde entonces no ha vuelto ni a beber ni drogarse y ha creado una nueva familia.
El día que Aurelio le dijo a su madre que llevaba casi un año consumiendo droga todo empezó a tener sentido para Lucía: la rabia, la distancia y la falta de comunicación de su hijo durante los últimos meses le habían hecho sospechar todo… menos que era un adicto. Ese día puso un punto y final a las mentiras y las excusas para esconder un problema. A partir de entonces, madre e hijo empezaron a acudir juntos a la sede que Proyecto Joven tiene en Jerez de la Frontera, en Cádiz. Aquí se atienden a más de 50 jóvenes, a los que han llegado al límite por el consumo de drogas y el mal comportamiento. El reportero Javi García asiste con ellos a una de las muchas terapias que cada semana organizan para acabar con sus adicciones.