los reporteros
los reporteros

Los seis meses de guerra en Gaza se cobran la vida de 14.000 niños

Ya se han registrado más de 33.000 muertos en total y un millón y medio de desplazados. Los Reporteros analizan con las víctimas, ONG's y expertos las consecuencias de esta matanza y la incapacidad de la comunidad internacional para impulsar un alto el fuego. 

13 abril 2024

Acaban de cumplirse seis meses del inicio de las hostilidades en Gaza. La incursión de milicianos de Hamás en territorio israelí provocando una matanza indiscriminada y la posterior ofensiva militar de Israel sobre la franja de Gaza, dejan ya miles de muertos y una crisis humanitaria sin precedentes. Los Reporteros repasa las consecuencias de medio año de violencia en Gaza, ante la incapacidad de la comunidad internacional de impulsar un alto el fuego. 

En este reportaje puedes escuchar el testimonio de víctimas inocentes de una guerra que en seis meses ha dejado un desolador balance entre los palestinos: más de 33.000 muertos, 14.000 son niños y un millón y medio de desplazados que, además de a las bombas, intentan sobrevivir al hambre. Desde su inicio, este conflicto ha supuesto una vulneración continua del derecho internacional humanitario, las leyes que regulan las guerras

La comunidad Internacional condenó de forma unánime los violentos atentados perpetrados por Hamás y otros grupos armados palestinos del 7 de octubre. Además de 250 israelíes secuestrados, el ataque sorpresa por aire y tierra dejó 1.200 muertos y más de 3.000 heridos. Una gran parte en localidades o kibuts cercanos a la frontera de Gaza y en un festival de música electrónica donde fueron asesinados 250 jóvenes.

Los antecedentes son complejos. Su origen está en la creación del estado de Israel y en el nunca consolidado estado palestino. En 1947, la ONU aprobó la partición de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío. Amparándose en el derecho a defenderse y acabar con los terroristas, Israel inició una ofensiva militar contra la Franja de Gaza, el territorio palestino ocupado donde gobierna Hamás. A la vez que imponía un bloqueo de suministros vitales como la electricidad, el agua, alimentos, combustible y al entrada en general de ayuda humanitaria.

Rafah, al sur de la Franja, en los límites de la frontera con Egipto, es el último refugio de los palestinos que huyen de la guerra empujados por el ejercito israelí. Tampoco es un lugar seguro. Desde febrero están bajo la amenaza de un ataque militar terrestre. En esta pequeña ciudad vivían 300.000 personas. Hoy, aquí se hacinan un millón y medio de desplazados. Casi la tercera parte de la población de Gaza. Los bombardeos han destruido el 70% de las viviendas en la Franja de Gaza. Los ataques indiscriminados que no han respetado ni colegios ni hospitales.

Más de la mitad de la población de Gaza son niños, la población más vulnerable. 14.000 han muerto en medio año de guerra. En Unicef tanto como las bombas, preocupa el hambre, sobretodo en en norte de la Franja de Gaza. En el norte de la Frabja de Gaza, uno de cada tres niños sufre desnutrición aguda. 

Al otro lado de la frontera, a pocos kilómetros de tanta necesidad, cientos de camiones cargados de alimentos y medicinas esperan. Y dentro de La Franja los trabajadores humanitarios y los periodistas corren los mismo riesgos que la población civil.

A principios de abril, 7 miembros de la ONG Word Central Kitchen, murieron en un ataque con drones del ejercito israelí. Acababan de realizar una entrega de alimentos, sus vehículos estaban identificados con logos de la organización y habían informado de su recorrido a los mandos militares. Eran los primeros occidentales asesinados, se sumaban a los casi doscientos trabajadores humanitarios muertos desde que comenzó la guerra.

La Corte Internacional del Justicia ha ordenado a Israel la apertura de las fronteras a la ayuda humanitaria. El principal órgano judicial de Naciones Unidas investiga si el Gobierno hebreo está cometiendo un delito de genocidio contra la población de Gaza, tras una demanda presentada por Sudáfrica. Por otra parte, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en marzo una resolución exigiendo el alto el fuego humanitario y la liberación de todos los rehenes. Por primera vez en seis meses, fue posible porque EEUU dejó de ejercer su derecho al veto y se abstuvo en la votación.

Mientras tanto, Israel sigue intercambiando ataques con Hezbolá en la frontera con Líbano y se prepara ante las posible represalias de Iran tras haber bombardeado su consulado en Damasco. El riesgo de una posible escala del conflicto en el resto de Oriente Medio sigue vivo.

El Gobierno de Netanyahu mantiene muchos frentes abiertos fuera y dentro de sus fronteras. Las manifestaciones que cuestionan su gestión del conflicto son cada vez más multitudinarias y se unen a las que cada sábado realizan los familiares de los secuestrados.

Después de medio año, la paz no parece un horizonte cercano, Aunque cuando no caen las bombas, las cometas de lo niños volando sobre el cielo de Gaza sigan siendo un pequeño espejismo de normalidad y la reivindicación de muchas infancias perdidas.

Las ONGs que trabajan sobre el terreno y también miembros del Tribunal Europeo de Derechos Humanos confirman a “Los Reporteros” que en este conflicto se vulneran constantemente las leyes del derecho internacional humanitario, tanto por el ataque a los civiles como por la dificultad de la población palestina de acceder a comida y agua.

Hablamos con Tal Wax, una joven médico israelí, cuyo tío es uno de los 132 rehenes judíos que aún permanecen secuestrados por los milicianos de Hamás, sin que sea posible confirmar si sigue con vida. También recogemos las reflexiones de Diego Checa, experto del Instituto de la Paz y Conflictos de la Universidad de Granada, que nos ayuda a contextualizar el origen del histórico enfrentamiento palestino-israelí. Escucharemos a Alfonso Artacho, cooperante malagueño de Médicos Sin Fronteras que acaba de regresar de Gaza. Nos habla de los enormes problemas de la población gazatí por las restricciones de Israel: es “como un asedio, una forma de hacer la guerra propia de la Edad Media”, concluye.

Maribel Martínez, de UNICEF, explica que está aumentando el número de bebés y niños pequeños que padecen desnutrición severa: la hambruna es de las más graves que se recuerdan. Tampoco es fácil para los periodistas locales que cubren el conflicto: ya han sido asesinados más de un centenar, como denuncia Alfonso Bauluz, de Reporteros sin Fronteras, porque el derecho a la información es una de las víctimas de esta guerra. ¿Es posible contemplar la paz a corto plazo, que le espera a la población palestina de la franja en este escenario? ¿Podría extenderse la violencia a otros territorios?

ES NOTICIA