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Así es el aire que respiramos en Andalucía

Analizamos cómo es la calidad del aire en Andalucía. El ozono ambiental y el tráfico rodado son los factores que más influyen pero también la orografía, el cambio climático y las olas de calor 

Los Reporteros nos explican cómo se miden exactamente los niveles de polución y nos acercamos a las comarcas andaluzas con el aire más y menos limpio: San Fernando, en Cádiz, es la ciudad española donde mejor se respira. El peor, al pie de Sierra Nevada

CANAL SUR MEDIA 16 julio 2023

Las altas temperaturas nos han complicado la semana. El calor y el polvo procedente del Sahara que nos han afectado estos días son factores que influyen negativamente en la calidad del aire que respiramos. Hoy ponemos los pies en el asfalto y miramos al cielo para cotejar esos informes que nos alertan del deterioro de nuestra atmósfera. Conocemos cómo se miden exactamente los niveles de polución y nos acercamos a las comarcas andaluzas con el aire más y menos limpio. Si algo tienen claro los expertos es que  lo que respiramos, aunque invisible, tiene un impacto directo en nuestra salud.

Qué respiramos exactamente cuando respiramos. En un mundo ideal, aire puro, pero en el mundo real, el aire limpio es un lujo que apenas podemos permitirnos. El aire de Andalucía, su calidad y limpieza está monitorizado en tiempo real, con mediciones cada diez minutos a través de 90 estaciones fijas como ésta del Parque de Los Príncipes en Sevilla, o con unidades móviles en localidades más pequeñas. 

En la parte inferior de la estación, a cubierto, unos aparatos registran los valores horarios y diarios. Pero estos aparatos tienen que tener su control y estar calibrados con altísima  precisión. Sólo hay dos laboratorios para calibrar estos aparatos, uno en Madrid y otro en Sevilla.

Con las olas de calor de estos días se aplica el correspondiente protocolo de aviso a la población. Las  medias anuales, que son las que cuentan para establecer los niveles de calidad del aire, nos muestran paradojas como la que supone comparar Huelva, con su polo químico, con Villanueva del Arzobispo, en plena Sierra de Cazorla.  

Pero vayamos a la ciudad andaluza con mejor calidad del aire según el reciente  informe publicado por la Agencia Europea del Medio AmbienteSan Fernando, en Cádiz, es la ciudad española donde mejor se respira, y la  número 28  en toda Europa. Es un ejemplo de la sensibilidad que tiene este municipio con todo lo relacionado con la salud medioambiental. Pero, cómo se mide y cómo se llega a la excelencia de calidad del aire.

Además de las corrientes de aire,  han sido determinantes la cercanía del Parque Natural de la Bahía de Cádiz, donde conviven 3 de las 4 especies de fanerógamas marinas que actúan como sumideros de carbono. 

Es el mejor aire respirable de España. Pero también hay ciudades en nuestra comunidad con problemas derivados de la contaminación atmosférica. Y Granada es una de ellas, y, sobre todo, su área metropolitana. Aquí el tráfico es incesante y, según la hora del día, ese tráfico puede ser, incluso, diabólico. Ya lo ven, hay mucho tráfico en Granada, hay muchos coches en la ciudad de la Alhambra, pero no más que cualquier otra ciudad de parecido tamaño. Entonces ¿Por qué aquí la calidad del aire es peor que en otros sitios y por qué aquí la contaminación es mucho más persistente?

La respuesta está en este paisaje, extraordinario sin duda, pero engañoso, porque contiene una trampa meteorológica. Granada se asienta en una depresión y está rodeada por cuatro macizos montañosos, además de Sierra nevada y la sierra de Huétor, los montes de Arana y Sierra Elvira, con alturas que van desde los 1100 metros a los 3350, lo que convierte a la ciudad y su Vega en una especie de recipiente semicerrado que retiene la contaminación a baja altura. Es lo que en Granada se conoce popularmente como la boina, un fenómeno que el instituto de investigación Sistema Tierra ha estudiado a fondo.

Un problema especialmente acusado en pleno invierno. Con temperaturas mínimas generalmente bajo cero, miles de calderas de calefacción, habitualmente alimentadas con gasoil, entran en funcionamiento por toda la ciudad y los pueblos limítrofes.

Entre el mejor aire de Andalucía, el de San Fernando, en Cádiz, y el peor, al pie de Sierra Nevada, existe un amplio abanico de zonas intermedias con valores que, en conjunto, tampoco arrojan resultados tranquilizadores. El puerto de Algeciras, el polo químico de Huelva, la industria cerámica de Bailén o las áreas metropolitanas de Sevilla, Málaga y Córdoba, son solo algunos ejemplos, porque según el ultimo informe anual sobre la calidad del aire elaborado por Ecologistas en Acción la contaminación atmosférica repuntó el año pasado en toda Andalucía por efecto del cambio climático y el aumento del trafico rodado.

Que el año pasado fuera el más cálido y seco desde 1961 tampoco ayuda. Las altas temperaturas dispararon los niveles de ozono, especialmente durante las olas de calor del verano anterior. Pero, sin duda, es el tráfico el principal emisor de partículas contaminantes, fundamentalmente dióxido de nitrógeno. Los planes de mejora de calidad del aire son de obligado cumplimiento pero, según Ecologistas en Acción, o no se acometen o avanzan muy despacio, sobre todo en lo referente al desarrollo de nuevos modelos de movilidad urbana.

Porque la contaminación atmosférica, y muy especialmente la que procede del tráfico rodado, es el desencadenante de enfermedades respiratorias graves: el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y por supuesto, el cáncer de pulmón, patologías que aumentan y se agravan con la llegada del verano.

Una amenaza invisible pero real que atañe a dos grupos de edad específicamente vulnerables. El oxigeno y la polución conviven en un equilibrio cada vez más inestable y precario. El aire es invisible, pero indispensable, y no del todo inocuo. El problema radica en que el aire que respiramos no siempre es tan saludable y debería serlo. Nos va la vida en ello.

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