Este viernes por la noche Solidarios nos cuenta la iniciativa liderada por una joven discapacitada visual sevillana. Rocío quiere extender las etiquetas táctiles a todos los productos. Además, conocemos el día a día de una jubilada en pleno debate sobre las protestas de los pensionistas
Esta semana, Solidarios nos presenta una iniciativa que puede ser tremendamente positiva para las personas con discapacidad visual. Se trata del etiquetado Braille para los productos de consumo. Este sistema permite que una persona con discapacidad visual pueda identificar el contenido de los artículos que compra. Este tipo de etiqueta todavía no es una obligación legal para las empresas, excepto en medicamentos y en productos químicos, pero hay muchas que ya utilizan la escritura táctil en todos sus envases.
Rocío Sánchez, una discapacitada visual, ha promovido una campaña en la plataforma Change.org para pedir que el etiquetado Braille se extendiera a todos los productos. Para ella resulta imposibloe distinguir el contenido de dos envases de alimentos si no dispone de ese tipo de etiquetas. Rocío ya ha conseguido casi 62.000 firmas y su pretensión es que el Parlamento Europeo apruebe una directiva en favor del etiquetado Braille en los productos de consumo.
En pleno debate sobre la subida de las pensiones que ha llevado a miles de jubilados a protestar en la calle, Solidarios entrevista a Manuela, una jubilada con una pensión de menos de mil euros mensuales, que nos cuenta cómo se las arregla para llegar a fin de mes.
Además, recogemos una iniciativa de la Fundación Sevilla Acoge que, en su programa de formación para mujeres inmigrantes, ha organizado un taller de costura en la que sus alumnas se han especializado en la confección de trajes de flamenca.