Son solo tres de las mujeres víctimas de explotación por parte de un grupo de un mismo clan familiar. Ya hay 50 víctimas identificadas. Una de las cabecillas fue detenida en el aeropuerto Madrid-Barajas. Llegaba de Nicaragua, donde buscaban a mujeres jóvenes y sin estudios, con hijos a su cargo y en riesgo de exclusión social.
Una vez en España, las ponían a trabajar en el cuidado de ancianos y personas dependientes. Desde el año 2016, el grupo ha obtenido unos beneficios económicos superiores a los 750 mil euros. Las víctimas llegaban engañadas y con una deuda contraída con la organización criminal que no dejaba de aumentar.
A los 7 detenidos, cuatro mujeres y tres varones, se les considera autores de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. En España, hay más de 2 millones de personas mayores de 65 años que viven solas, de ellas, más de 85 mil tienen más de 80 años, la mayoría mujeres.