Un disco que traspasa convenciones
Un disco que traspasa convenciones

Rosalía saca al mercado "El mal querer"

Rosalía acaba de publicar “El mal querer” (Sony Music), el esperado segundo disco de la artista barcelonesa que se ha convertido en todo un fenómeno musical por su marcado estilo flamenco "que traspasa las convecciones" y que fusiona el cante jondo con ritmos urbanos cercanos al trap o al pop.

4 noviembre 2018

Producido por ella misma junto a Pablo Díaz-Reixa “El Guincho” y compuesto en su mayoría por la propia artista, “El mal querer” está estructurado en forma capitular y narra la historia de un "amor tóxico" y las diferentes etapas, de luces y sombras, que atraviesa el personaje protagonista. Mientras tan entretenidos andábamos con la polémica que rodeaba a todo lo que tuviese que ver con Rosalía, la figura de la joven se agigantaba en medios españoles y extranjeros en paralelo a la curiosidad por comprobar qué escondía finalmente “El mal querer”.

El álbum cuenta con la voz como elemento principal que, mezclado con los sonidos primarios de las palmas y percusiones junto a los recursos de la electrónica y el sampler, le han permitido "profundizar en las diferentes formas de hacer flamenco".

Entre los muchos aciertos de Rosalía -contar con la productora Canadá para los vídeos de "Malamante" y "Pienso en tu mirá"- está narrar la historia de un doloroso desamor y hacerlo creando canciones contemporáneas a partir de palos flamencos más o menos reconocibles. Cuando lo son de pleno, como en las bulerías “Que no salga la luna” o en el martinete “De aquí no sales”, la atención se desborda con los sutiles detalles que adornan la cristalina voz de la cantante: filtros aplicados a guitarras flamencas, percusiones marcando el compás y las palmas de Los Mellis. Otro acierto haber contado esta vez sí, con músicos flamencos de verdad como ellos, Las Negris y Nani y Lin Cortés.

Ahora se revitalizará el debate en torno a si el nuevo trabajo de Rosalía es un disco de flamenco o un disco a partir del flamenco, pero su mayor valor no reside en tan cansina discusión, sino en su vanguardia y experimentación.