El duende desnudo llega a el Teatro Central

3 septiembre 2018

Juraj Horniak ha tratado de retratar la verdad del flamenco en su exposición “El duende desnudo” una de las varias exposiciones que acompañarán a esta vigésima edición a la Bienal de Sevilla. Más fotos, objetos, recuerdos y carteles complementarán una oferta expositiva que, sin pertenecer propiamente a la Bienal de Flamenco, sí quiere formar parte de su atmósfera y de su espíritu. “La Bienal como tal no tiene en su programación oficial exposiciones, pero yo creía también que un evento de estas características, sin estar en contacto con las demás artes, no tenía sentido”, decía Antonio Zoido, director de la muestra, ayer. Y así, la organización no hace ningún desembolso económico pero ayuda con la cesión de espacios y otros detalles de la intendencia. Es el caso de la ya citada muestra que se inaugura el día 4 en el Teatro Central, la de Juraj Horniak. Lo que hace el autor es fotografiar a artistas flamencos y después dibujarles una especie de tatuajes que él crea, y que de alguna manera evocan o descifran la personalidad del personaje. Dicha muestra estará hasta el 30 de septiembre en el Teatro Central.

“Entrevisté a diez flamencos contemporáneos», explicaba Horniak a este periódico, «y durante las entrevistas previas a la sesión de fotos me enteré de su vida, de sus pensamientos, de sus sentimientos y todo eso, y luego, por encima de la foto final, del retrato, pinté a mano las frases digamos más llamativas de su esencia. Se trata de un doble desnudo, por decirlo así: desnudo de cuerpo y alma”. En ese análisis íntimo entraron Esperanza Fernández, Dani de Morón, Rubén Olmo, Arcángel, la Tremendita, Patricia Guerrero, Daniel Casares, María Moreno “y una artista muy joven de 11 años que se llama Esmeralda Rancapino, nieta de Rancapino padre”. “No sabría decir cuál de ellos me provocó una impresión más fuerte”, duda el autor. “Yo estuve flipando con la Tremendita, que se abrió más de lo que esperaba. Pero todos. Todos comparten mucha verdad, se han abierto sin complejos, sin inhibición; fueron entrevistas de dos horas, lo pasamos muy bien porque las sesiones fueron en mi casa, que se ha convertido en un estudio”.