Entrevistamos al escritor argentino Patricio Pron. Con su novela, "Mañana tendremos otros nombres", ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2019, Pron parece haber dado en el clavo de un zeitgeist por demás universal, el entredicho sobre la forma en la que estamos amando en la actualidad, sobre cómo nos vinculamos con los demás, lo convulsas y sorprendentemente perecederas que pueden ser las relaciones hoy en día, cuando, paradójicamente, con las redes sociales de por medio, estamos más conectados y, al mismo tiempo, nos sentimos más solos.
A lo largo de 265 páginas, la novela relata la historia de una pareja de personajes anónimos (Ella y Él), que afronta la ruptura después de cinco años de relación y se topa con que las formas de vincularse, los protocolos, los códigos y los acuerdos se han transformado. Se trata de la ficción sobre dos personas que, sin saber del todo por qué, han tomado caminos separados. Además de sus nombres, el autor ha prescindido de su descripción física, para que se conviertan más fácilmente en el reflejo del lector.
La novela fue descrita por el escritor español Juan José Millás, quien fue presidente del jurado del Premio Alfaguara 2019, como "el mapeo sentimental de una sociedad neurótica donde las relaciones son productos de consumo. Bajo la anonimia de unos Él y Ella, construye la historia de dos personajes que son vagamente conscientes de su alienación. Un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico, que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos". Para Pron, si bien no hay un choque entre la generación de sus personajes y la de sus padres o la millennial, hay un restablecimiento generalizado de la concepción entre sexualidad y apego, que es distinta a la que concebían y que parece no estar funcionando, de manera que tienden a desconfiar de que exista una solución al problema. Dijo que los datos para la construcción de esta novela en tiempo real tenían que ver con estadísticas vinculadas con el consumo de pornografía, los usos específicos de redes sociales, plataformas como Tinder, y los índices de natalidad y de soledad.
