"Acababan de dejarme y me dije: Tendré que vengarme de ella de alguna manera... Y así surgió el tema. Ahora, la hija de... anda diciendo por ahí que le hice una canción muy bonita". Más noticias y novedades en la web de Canal Fiesta Radio.
Joaquín Sabina nos dio la medida exacta del desamor, el tiempo que determina el que un corazón sane la herida de un abandono, y lo hizo con los compases de uno de sus temas más icónicos "19 días y 500 noches". Fue su álbum número 11 publicado el 6 de septiembre de 1999. También fue el primer sencillo y es una de sus canciones consideradas obra de arte.
El disco sucedió a "Enemigos íntimos", publicado un año antes y en el que había formado equipo con el argentino Fito Páez. Su promoción se vio marcada por los conflictos y las desavenencias entre los dos artistas, con lo que su título se hizo profético "Enemigos íntimos".
La grabación de "19 días y 500 noches" tuvo lugar entre diciembre de 1998 y junio de 1999. Para encontrar su tranquilidad interior en un momento clave de su vida, y dar un giro a su carrera, se retiró al desierto de San Antonio durante 19 días y 500 noches. Allí, en su retiro elegido, compuso una serie de canciones. En el caso de 19 días y 500 noche, "acababan de dejarme y me dije: '¡Tendré que vengarme de ella de alguna manera, tendré que hacerle una canción que la persiga toda la vida'. Y así surgió el tema. Ahora, la hija de... anda diciendo por ahí que le hice una canción muy bonita". Él mismo cuenta: "Para el disco '19 días y 500 noches' decidí pedirle a los técnicos que no me maquillaran la voz y por primera vez pude grabar con mi voz ronca y afónica, que es más real". Aunque recibió críticas, se defendió diciendo que esa era su verdadera voz.
En un principio este tema no estaba previsto que formara parte del disco. Sabina estaba componiendo por encargo una rumba para el grupo andaluz "Siempre así", y se dio cuenta de que cada vez le iba gustando más. Así que lo vio claro «Lo siento, es para mí».