Una de cal y otra de arena... Breadcrumbing y las miguitas emocionales

Si has entablado una relación en la que por la otra parte no deja de haber señales confusas y mensajes contradictorios sobre hacia dónde va lo vuestro, quédate con el término breadcrumbing de “breadcrump” que en español se traduce como “miga de pan” y que en términos sentimentales se refiere a vivir la relación desde unas “migajas emocionales” que hacen albergar esperanzas de que la relación podría ir en serio pero nunca es así.

La persona que lo realiza da muestras intermitentes de interés, señales mínimas, que generan esperanzas de que la relación vaya a más, a la persona que lo sufre pero sin llegar a implicarse o asumir un compromiso real en dicha relación. 

Una de cal y otra de arena como cantaba Merche en una relación que está repleta de señales confusas, comportamientos tóxicos que generan dependencia y sobre todo de fracaso.

Las idas y venidas son protagonistas de la relación sin razón concreta que las cimente y a pesar de que quien practica el breadcrumbing nunca llega a irse del todo, tampoco se queda.

Se trata de una de las maniobras tóxicas con las que se pretende huir del compromiso de una relación seria, pero intentando mantener el enganche en la otra persona.

Aunque puede parecer que no, pueden ser personas que en su fondo pueden desear tener pareja. El impedimento es que para construir una relación es necesario dedicarle tiempo y esfuerzo, y esa inversión no entra en sus planes, tienden a aburrirse pronto y tener la excusa perfecta para no vincularse únicamente con una sola persona.

En el breadcrumbing se evita tener responsabilidad emocional hacia los demás, haciendo primar solo el beneficio propio.