La temperatura de nuestro cuerpo oscila a lo largo del día, de forma análoga cuando estamos enfermos.
La fiebre no es más que un mecanismo que nos alerta de que algo no va bien que consiste en elevar la temperatura de nuestro cuerpo para decirnos que un virus o bacteria nos ataca. En primer lugar, nuestro cuerpo eleva su temperatura a lo largo del día, se va regulando en función de la actividad que tengamos y suele elevarse por la noche, entre las 18 y las 22 horas, siendo el momento de temperatura más baja entre las 2 y las 4, siendo paralela la subida térmica en estados febriles.