Los padres de Guillermo murieron de covid en la primera hola y dejaron una cicatriz visible: el florido balcón de la casa que habitaban en Madrid está marchito.
El propio Guillermo padeció la enfermedad, tuvo que ser ingresado y trasladado a la UCI, donde llegó a estar intubado. Han pasado algunos meses y hoy Guillermo, psicólogo y presidente de Psicólogos sin Fronteras, vive la campaña de vacunación con atención por ver el resultado que da y el tiempo que inmuniza.
Pendiente de la letra pequeña, Fouce sigue con absoluta confianza en los médicos que le salvaron la vida y en la ciencia.