Gómez Bermúdez, sobre la teoría de la conspiración del 11M: "No hay la más mínima prueba"

El que fuera magistrado de la Audiencia Nacional y presidente del tribunal que tuvo que juzgar el atentado del 11M, Javier Gómez Bermúdez, ha estado en La mañana de Andalucía para abordar diferentes aspectos de aquel ataque terrorista del que este lunes se cumplen 20 años y de la sentencia por la que se condenó a 18 personas.

Su sentencia no ha evitado que en un, eso sí, cada vez más escueto reducto de la sociedad e incluso el periodismo se mantenga la llamada 'teoría de la conspiración' que mantiene el relato inicial del Gobierno en aquel momento de que detrás de los atentados estaba la mano de ETA de una u otra forma. "No hay la más mínima prueba y por el contrario hay un centenar de pruebas que lo contradicen", ha dicho de forma categórica quien además cree que el daño de mantener este discurso es para "las víctimas", y es que "tanto a las que no lo creen porque se las revictimiza como a las que lo creen porque viven en la desazón de en su opinión no saber quién fue".

En este sentido Gómez Bermúdez entiende esa teoría de la autoría de ETA en el origen, pero no comparte que "una vez comprobado que no era real en vez de desmentirla se sustuviese". Y es que recuerda que "en las primeras horas todos pensábamos que era ETA porque tres meses antes, el 24 de diciembre había colocado 50 kilos de dinamita en el expreso Irún-Madrid que fueron desactivados en Burgos y tenían el objetivo de explosionar en Chamartín en Nochebuena en lo que habría sido una masacre, además de que a principios de diciembre se detectaron 500 kilos de amonal o amosal para volar las Torres Kio de la capital".

Sobre la sentencia de su tribunal, ha señalado que "no tengo ninguna duda de lo que hicimos", si bien lamenta que "para las víctimas, cuando el victimario se suicida -se inmolaron siete de los autores- les queda un vacío enorme porque no se puede esclarecer mucho", si bien asegura que "yo he hablado con muchas víctimas a las que la sentencia les dio consuelo".

Sobre si hubo errores previos y se podía haber evitado unos atentados de esta dimensión, después de conocidos muy bien los hechos entiende que "todos los esfuerzos estaban centrados en ETA y no se pensaba en un atentado como este del yihadismo porque hasta ese momento se les detenía pronto. Pero claro, todos los atentados, a posteriori, se podrían haber evitado". Sin embargo, actualmente, cree que "la posibilidad de otro gran atentado es remota".

Sobre si aquel atentado debió suspender las elecciones generales convocadas para unos días después, Gómez Bermúdez entiende que "me hubiera parecido bien, pero se tenían que haber puesto de acuerdo todos los partidos con representación en el Congreso porque mucha gente voto en shock o con rabia. No suspender las elecciones se tomó como el reto de que unos atentados no alteraban la vida democrática".