"El flamenco es como el deporte, ensayar es entrenar, actuar es competir"

El abogado, José Cepero, de Unión Flamenca, considera urgente la realización de un estudio estadístico para saber qué supone el flamenco como actividadad económica en la cultura, el turismo, el empleo y la fiscalidad

M. Casal 6 julio 2020

El abogado, José Cepero, hijo del recordado Manuel Cepero, antiguo presidente de la Fundación Machado y apasionado del flamenco, es el portavoz y responsable del área jurídica de Unión Flamenca, la asociación nacida para velar por los derechos de los artistas del flamenco que ha tenido una respuesta unánime de los profesionales del sector, desde primeras figuras a promesas del género. Como portavoz de la nueva entidad define rápido la situación: "La falta de regulación y la vulnerabilidad resumen el momento del sector".

En una entrevista con Manuel Curao para Portal Flamenco, Cepero aboga por llevar a cabo un estudio que clarifique qué supone el flamenco como actividad económica en las distintas áreas en las que influye. En su opinión es necesario un trabajo serio que sirva de análisis y aporte las estadísticas que permitan saber el contexto real del sector. "Es urgente identificar, saber, reconocer qué, quien y cuánto reporta el flamenco a nuestro país", asegura.

No existe un censo de cuanta gente depende del flamenco y "es imprescindible saberlo para valorar a qué nos enfrentamos. Ahora mismo tenemos una demanda de afiliación brutal", dice. En solo una semana recibieron mas de 1.000 solicitudes por correo electrónico. Quien esté interesado puede informarse en la web www.unionflamenca.org o en el teléfono 856044008.

Unión Flamenca reclama la creación de un régimen específico que tenga en cuenta las particularidades de los trabajadores del flamenco. Sus propuestas giran alrededor de cinco bloques esenciales que parten de la exigencia de conformar una mesa permanente de trabajo por el flamenco. A partir de ahí habría que trabajar en otras medidas relacionadas con la creación artística, el fomento de la contratación, las modificaciones laborales y las modificaciones tributarias. Cepero entiende que "en esa mesa deben estar representantes de cultura, turismo, asuntos sociales, trabajo y hacienda".

Para el letrado, el reto más urgente es encontrar ayuda inmediata para esos artistas del flamenco invisibles y muy vulnerables, que "se han acostumbrado a volar bajo radar y es muy complicado que ahora alguien te dé una solución cuando antes no existías".

Si no hay un músculo administrativo que controle las cotizaciones, la contratación y, por lo tanto, las consecuencias, no se arreglará nada, según entienden en su equipo. Con la pandemia, Unión Flamenca considera que ha salido a la luz la ausencia de protección porque la mayoría de los profesionales del flamenco no tienen una cobertura de prestaciones por desempleo. "Hay un desorden extraordinario, y el desorden lleva al caos, y el caos a la desprotección, lo cual debilitada aún más al más débil", nos dice.

Entre los servicios que desean ofrecer, se plantea el de supervisar las contrataciones. El abogado del colectivo califica como uno de los mayores males del flamenco la falta de regulación en la contratación de los profesionales, un aspecto en el que no esconde responsabilidades: "no quiero demonizar a nadie porque tampoco somos santos. Tenemos que reeducarnos, tanto artistas como empresarios. No podemos curar una hemorragia con una tirita. Hay que cambiar la mentalidad y entrar en el siglo XXI".

José Cepero está de gira por toda España poniendo en marcha reuniones y mesas de trabajo con los profesionales. En estos primeros meses de actividad se ratifica en algo que ya vislumbraba como el punto de partida de todos los problemas del sector: la intermitencia laboral.

Asegura que lo intermitente no es la actividad artística sino la contratación y hace una comparación muy gráfica entre la vida del artista flamenco y la del deportista. "Un artista flamenco trabaja todos los días del año. Igual que un deportista que entrena todos los días y compite varias veces, el artista flamenco ensaya todo el año para actuar cuando se lo proponen y dar lo mejor de su arte. Hay un trabajo silente, oculto, que no es retribuido y obliga a buscarse otros medios de sustento", explica.

El abogado de Unión Flamenca termina pidiendo hacer compatible el cobro de la jubilación con las actuaciones artísticas porque lo es en otros sectores y en el flamenco se desaprovecha la edad de máxima madurez artística, y desvela que algunas de sus reivindicaciones parten del derecho comparado, por ejemplo, con el sistema francés en cuanto a la intermitencia en la contratación laboral o el mismo paro agrícola español. Por último, lamenta que el flamenco, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y sus artistas, sea tratado con más respeto administrativo en el extranjero que en su país de origen.

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