Varias investigaciones abiertas por la actuación de las residencias en la primera ola

Norberto Sotomayor, fiscal delegado de personas mayores en Sevilla, ha pasado por El Mirador de Andalucía para asegurar que tiene varios procesos penales abiertos por lo ocurrido en la primera ola de la pandemia de covid allá por 2020.

"Hay abiertas a día de hoy varias investigaciones penales, concretamente en dos residencias de Sevilla y su provincia durante la primera ola por graves incumplimientos en materia covid y el trato a personas mayores en situación grave de abandono, medicación indebida, suciedad y situación calamitosa", ha explicado Sotomayor que no solo señala a los centros, también hay "diligencias penales por la situación de abandono de un hijo sobre su madre respecto al covid porque era negacionista de la mascarilla y se la quitaba cuando la visitaba en la Residencia en la etapa más dura de la pandemia".

No obstante, este fiscal de personas mayores reconoce que "la situación ha mejorado mucho y la situación está más controlada por la vacunación masiva y el control y seguimiento de las autoridades sanitarias de forma más contundente". De hecho, ha puesto como ejemplo que "el servicio de Inspección de residencias en Sevilla se ha multiplicado por siete y ha pasado de 3 inspectores que había a veintitantos que hay hoy". Así las cosas "ya no me llegan quejas porque las Residencias han aprendido la importancia de la comunicación entre residentes y familiares. Yo tuve que actuar para que se dieran teléfonos móviles a los mayores para que se comunicaran con sus familiares".

Sobre las medidas restrictivas que se han tomado para que ómicron no afecte con la misma virulencia a los centros de mayores -mascarilla FFP2 para visitantes y suspensión de las salidas de los residentes-, Norberto Sotomayor se ha mostrado comprensivo, si bien ha llamado la atención sobre los efectos en los ancianos. "Es muy complejo el equilibrio entre salud y libertad o dignidad de la persona. Solo en las residencias de Sevilla han muerto cerca de 600 personas pero pueden tener consecuencias negativas por el sufrimiento de la clausura en la residencias", ha afirmado.