LEYENDA DEL TENIS
LEYENDA DEL TENIS

Suzanne Lenglen, un ciclón dentro y fuera de la pista

Manuel Ladrón de Guevara

El público inglés -tradicional y conservador- se escandalizó cuando en su primer partido la vio aparecer con una cinta de tul en la cabeza y un vestido que dejaba al descubierto sus antebrazos y pantorrillas.

Tenía la insólita costumbre de tomar un trago de coñac entre set y set. Su vida privada -plagada de continuos romances y aventuras- terminó por configurar su imagen de mujer fatal.

CANAL SUR MEDIA 7 junio 2021

Davidovich hace historia en esta pista, la número dos de Roland Garros que lleva el nombre de Suzanne Lenglen, una leyenda del tenis mundial, una mujer que llamó la atención dentro y fuera de la pista. Para conocerla, viajamos en el tiempo con Manolo Ladrón de Guevara

Su vida fue un auténtico frenesí. Fue la primera deportista mediática de la historia. Nacida con el siglo, La Divina, como la llamaban, ganó seis veces Wimbledon y otras seis el Campeonato de Francia (actual Roland Garros).

Pero más allá de sus éxitos deportivos, Susanne Lenglen se convirtió en toda una celebridad por su glamour, su vida privada y por unas costumbres revolucionarias para la época.

En 1919 pasó por el torneo de Wimbledon como un ciclón. El público inglés -tradicional y conservador- se escandalizó cuando en su primer partido la vio aparecer con una cinta de tul en la cabeza y un vestido que dejaba al descubierto sus antebrazos y pantorrillas.

Tenía la insólita costumbre de tomar un trago de coñac entre set y set. Su vida privada -plagada de continuos romances y aventuras- terminó por configurar su imagen de mujer fatal.

Se retiró pronto, y a principios de 1938 los periódicos anunciaron que se le había diagnosticado una leucemia, a consecuencia de la cual quedó ciega y murió pocos meses después. No había cumplido 40 años. Como los héroes de la antigüedad Suzanne Lenglen vivió intensamente y murió demasiado joven.

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