Los desembarcos en Canarias colocan a España como segundo país de la UE con más migración irregular

España es ya el segundo país de la Unión Europea con más llegadas de migrantes en situación irregular, sólo por detrás de Italia. El detonante de este cambio en las cifras han sido los desembarcos en las Islas Canarias que han batido récords en el año 2023 que acaba de terminar, superando los datos de la crisis de 2006, a la que se denominó la crisis de los cayucos. Aunque el foco migratorio ha estado en Canarias, la llegada de persona a otros puntos de la costa española también ha ido en aumento, tanto en la península como a Baleares.

Según los datos del Ministerio del Interior, la cifra registrada hasta el 15 de diciembre de 2023 se eleva hasta los 52.945 personas por tierra y mar. Esto supone un aumento del 76% con respecto a 2022, cuando se contabilizaron 30.048. La diferencia será mayor una vez se computen los registros hasta el día 31 de diciembre. La práctica totalidad de los migrantes que llegaron a España de forma irregular lo hicieron por vía marítima. La mayor parte lo han hecho por la llamada ruta canaria.

Y 2024 también ha comenzado como acabó el 2023, con desembarcos diarios en los puertos de Canarias, que han registrado el mayor aumento, con un 144% más de desembarcos. La mayoría de rescates se han producido en la pequeña isla de El Hierro, la más alejada. Son más de mil kilómetros de distancia hasta las costas africanas y una semana de viaje desde los dos principales países de origen de los migrantes: Senegal y Gambia.

También en 2023 se ha registrado  un aumento de los menores que llegan solos: el gobierno canario tutela en este momento a más de 4.000, el doble que antes del verano. En la península, crecen las llegadas desde Marruecos pero caen desde Argelia, mientras que las fronteras de Ceuta y Melilla están prácticamente selladas: desciende un 46 % el número de personas que han logrado cruzarlas irregularmente. 

Precisamente, la ministra de Migraciones, Elma Saiz, se ha reunido este martes en Tenerife con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, para tratar este aumento exponencial de las llegadas de migrantes a sus costas. Preocupa especialmente la situación de los niños que están solos en centros de acogida, muchos sin escolarizar siquiera, porque las islas no tienen suficientes recursos asistenciales. La ministra ha asegurado que el Gobierno central se compromete a impulsar una nueva legislación que establezca como obligatorio el acogimiento de menores migrantes en otras comunidades.