Hay un estudio en el que participan investigadores andaluces que han obtenido unas interesantes conclusiones
Entre sus conclusiones: pertenecer al grupo sanguíneo A está asociado a una mayor gravedad de la enfermedad
El estudio genómico se ha realizado con unos 2.000 pacientes hospitalizados de España e Italia
Nuestro grupo sanguíneo puede ser clave en la incidencia del Covid-19. Por ejemplo, pertenecer al grupo A está asociado a una mayor gravedad de esta enfermedad. Así lo afirma un estudio genómico con unos 2.000 pacientes hospitalizados de España e Italia. Científicos del Instituto de Biomedicina de Sevilla y del Instituto López-Neyra del CSIC, con sede en Granada, han participado en esta investigación que ha acotado dos regiones de genes que se vinculan a síntomas más severos.
Tras comparar el ADN de unos 2.000 pacientes de Covid-19 con insuficiencia respiratoria con los datos genómicos de otros tantos individuos sanos, aportados en gran medida por el Instituto López-Neyra, el estudio ha encontrado dos regiones de genes especialmente susceptibles. Una de ellas es la que determina el grupo sanguíneo. Mientras que los del grupo O están más protegidos, los del tipo A tienen mayor riesgo de llegar a neumonía y distrés respiratorio, según Javier Martín, profesor de Investigación del Instituto López-Neyra CSIC.
Hay otra región de genes que también se vincula a síntomas graves, (de los que implican ingreso en UCI y ventilación mecánica). Está asociada a unas moléculas llamadas quimiocinas. Las quimiocinas están altamente implicadas en la inflamación que como sabemos el proceso de inflamaciones es por lo que muchos pacientes tienen la forma mas severa y algunos fallecen, ha asegurado Javier Martín.
El estudio explica en parte por qué unos pacientes pasan la enfermedad de forma leve y otros acaban en UCI y con ventilación mecánica. Y permitirá establecer perfiles de progresión de la enfermedad útiles para priorizar la administración de la vacuna cuando esté lista.
En el estudio, que se ha publicado en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, han colaborado medio centenar de hospitales y centros de investigación de España, Italia, Alemania y Noruega.