El país nórdico se convierte en el miembro número 31 de la OTAN.
Moscú lo considera un "asalto" a su seguridad.
La bandera de Finlandia ondea ya en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas. Desde este 4 de abril el país nórdico se ha convertido en el miembro número 31 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
El acto de ingreso ha estado encabezado por el presidente finlandés, Sauli Ninisto, y por el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg. "No queremos que otros nos digan lo que podemos y no podemos hacer", dijo el presidente.
Durante la ceremonia, cargada de simbolismo al producirse en el 74 aniversario del Tratado de Washington con el que se fundó la organización militar, se ha insistido en que la invasión rusa de Ucrania ha sido el catalizador para este rápido proceso de adhesión.
En el primer acto como miembro de la OTAN, el presidente finlandés ha pedido que la entrada de Suecia se produzca lo antes posible.
Rusia ha alertado de que esta decisión generará contramedidas, ante lo que considera un "asalto" a su seguridad, ya que el ingreso de Finlandia en la OTAN supone extender el territorio de la Alianza Atlántica hasta sus mismas fronteras.
La entrada de Finlandia en la Alianza ha sido la más rápida en la historia moderna de la organización.
Finlandia solicitó formalmente su ingreso en mayo de 2022, de la mano de Suecia. No obstante, la integración en bloque de los dos estados nórdicos se ha encontrado con los recelos de Turquía. Aunque por un momento parecían solventados en la cumbre de líderes de la Alianza Atlántica en Madrid, en el caso sueco la adhesión sigue pendiente.
Esta entrada llaga en un momento clave a nivel interno en Finlandia, ya que las elecciones parlamentarias del domingo pasado concluyeron con la victoria de los conservadores, frente a los socialdemócratas de la actual primera ministra, Sanna Marin.