fútbol y confinamiento
fútbol y confinamiento

Los vigilantes de La Rosaleda

Imaginen por un momento tener que cumplir el confinamiento dentro del estadio de su equipo de fútbol favorito

Andrés Perales es el vigilante del estadio malaguista desde hace más de 30 años

Junto a su hijo y su pequeño perro son los fieles guardianes 

24 abril 2020

Andrés Perales es el guardián de La Rosaleda de Málaga desde hace más de 30 años. Como todos, vive confinado en su domicilio debido a la pandemia por el CORONAVIRUS.

Andrés accede a su vivienda por la puerta 18, que lleva su nombre. Distinción y reconocimiento del club a más de 50 años de malaguismo.

Su hogar es muy especial. A sus 83 años cuenta las hojas del calendario en el interior de La Rosaleda.

Él, su hijo Andy y su pequeño perro son los fieles guardianes del estadio malaguista, completamente desamparado en estos tiempos de alerta sanitaria. No hay entrenamientos, no hay partidos, ni personal en la oficina.

Se consideran unos privilegiados por hacer el confinamiento en La Rosaleda.

Con un enorme jardín que desde hace más de un mes sólo pisan ellos. Un estadio con 30.000 asientos sólo para sus ojos. Un lugar privilegiado al que, sin embargo, le falta lo más importante: las personas.

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