El club madridista envía una carta a la Federación en la que habla de "adulteración" de la competición después de la derrota ante el Espanyol por gol de un jugador que entiende debió ser expulsado por una falta sobre Mbappé.
El Real Madrid ha trasladado al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, y al Consejo Superior de Deportes (CSD) una reclamación formal por la que considera "actuación escandalosa del arbitraje y del VAR" en el partido de LaLiga ante el Espanyol.
"Los hechos ocurridos en este encuentro han sobrepasado cualquier margen de error humano o de interpretación arbitral", denuncia el Real Madrid en su escrito, en el que se queja por el gol anulado a Vinicius y por la dura entrada del jugador del Espanyol Carlos Romero a Mbappé que no fue castigada con tarjeta roja.
"Lo sucedido en el RCDE Stadium representa la culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado, en el que las decisiones en contra del Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado", añade.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha respondido a la carta presentada por el Real Madrid, lamentando "el tono y la gravedad de las acusaciones que cuestionan la honorabilidad de los estamentos arbitrales y el funcionamiento de la competición en su conjunto".
La RFEF reafirmó su compromiso con la transparencia, la equidad "y la constante mejora de los mecanismos arbitrales, pilares fundamentales para garantizar el desarrollo y la integridad" de las competiciones.
Además, la RFEF dijo entender que, en el desarrollo del fútbol profesional, puedan existir discrepancias sobre determinadas decisiones, pero afirmó que confía en que todas las partes "actúen con la responsabilidad y el respeto que exige el máximo nivel" del fútbol.
"Queremos trasladar nuestro más absoluto respeto y consideración a todos nuestros árbitros y árbitras, quienes desempeñan su labor con profesionalidad, rigor y bajo una constante evaluación. La tarea arbitral, por su propia naturaleza, está sujeta a la revisión y al análisis, pero ello no puede derivar en señalamientos generalizados que pongan en duda su integridad, pues ello no sólo afecta a los propios colegiados, sino que erosiona la credibilidad del fútbol en su conjunto", agregó la REFF.
También indicó que es importante reflexionar sobre las consecuencias de los cuestionamientos sistemáticos al arbitraje porque deslegitimar la labor arbitral "genera un clima de desconfianza que no beneficia ni al fútbol español ni a sus competiciones".
Asimismo, recordó que la RFEF está inmersa en un proceso de modernización y mejora estructural en todos los ámbitos del arbitraje alineado con las mejores prácticas internacionales y con el apoyo de los organismos competentes en la materia.
"Reiteramos nuestro compromiso con la transparencia y la mejora constante de nuestras competiciones, y confiamos en que la colaboración de los clubes, con espíritu constructivo y dentro del marco normativo, contribuirá a seguir fortaleciendo el fútbol español", concluyó.