El último episodio ha sido el de Vinicius en el estadio José Zorrilla el último día del año.
Tuvo que escuchar graves insultos racistas.
La historia del racismo en el fútbol español es larga.
El fútbol español vuelve a estar en la diana de una acusación de la que no se desprende: la de racismo. Los episodios en nuestros campos no son muchos, pero se mantienen en el tiempo y eso es un problema muy grave. El último damnificado ha sido Vinicius Junior. El delantero del Real Madrid recibió en Valladolid una buena colección de insultos, muchos de ellos racistas.
Un año más y esperemos que esta vez sí sea el último. El último en el que tener que escuchar o ver insultos o actitudes racistas en el futbol español. Ancelotti zanjaba la polémica con Vinicius en el ultimo partido del año cuando fue sustituido y escucho graves insultos en el estadio José Zorrilla. "La tolerancia tiene que ser cero", dijo el entrenador.
Es verdad que el brasileño ha protagonizado varios incidentes en los últimos meses. Insultos a rivales en Mallorca, la polémica de los bailes y ahora los insultos racistas en Valladolid que demuestran, como dice Ancelottti, que tenemos un problema pero no solo en el fútbol.
Que en pleno siglo XXI sigamos hablando de racismo es intolerable. Vinicius ha acusado a la liga de no hacer nada. Javier Tebas ha defendido el compromiso de la liga contra el racismo pero ha faltado contundencia ya desde 2006 en que Etoo intentó abandonar la Romareda o en 2014 con este vergonzoso episodio con Dani Alves en Villarreal, o mas recientemente con el cadista Akapo en Granada, o la única condena por delito de odio con los insultos a Iñaki William en el campo del español en 2020.
El racismo lo ensucia todo: desde Champions a regional. Por ello no hay propósito mas noble de año nuevo que extirparlo definitivamente del mundo del deporte.