El adiós de Modric a los Mundiales, frente a la revelación africana

El tercer y cuarto puesto del Mundial de Catar lo disputan dos selecciones que no se esperaba llegasen tan lejos como son Croacia y, sobre todo, Marruecos, verdugo de España en los octavos de final.

Pero el gran protagonismo de este partido, para muchos intrascendente, es Luka Modric, quien fuera el único capaz de desbancar a Messi y Cristiano Ronaldo del dominio durante más de una década del Balón de Oro, consiguiéndolo en el año 2018, cuando precisamente brilló con su selección en el Mundial de Rusia, alcanzando la final y perdiéndola ante Francia.

Para Modric, de 37 años, será su último Mundial pero lo que se espera es que a la conclusión de este choque anuncie su retirada de la selección para dar paso a jóvenes valores del talentoso fútbol balcánico.

Zlatko Dalic, técnico de la selección de Croacia, ha avanzado que Luka Modric "decidirá por sí mismo" su futuro en el equipo ajedrezado. No obstante, en el horizonte cercano para la selección croata está la fase final de la Liga de Naciones, que se disputará el próximo año en Países Bajos, y la clasificación para la Eurocopa 2024. Dalic espera que Luka se quede en la selección.

Por su parte, Marruecos tiene mucho más que ganar que Croacia que después de ser finalista en el anterior Mundial, menos le importa ser tercero o cuarto. Los marroquíes ya han logrado ser la primera selección africana en llegar a una semifinal y quieren elevar ese listón hasta el pódium, hasta ese tercer puesto que se juegan con los croatas. 

El combinado de los 'Leones del Atlas', eso sí, llegan fundidos a este final de Mundial, sin apenas poder entrenar a un fuerte ritmo para no forzar a muchos de sus estrellas que lo han jugado absolutamente todo: Ziyech, En-Nesyri, Amrabat, Acharaf o la revelación Ounahi, el '8' señalado por Luis Enrique del humilde Angers francés que ahora se rifan en Europa.

Pase lo que pase en este partido de consolación, las dos selecciones habrán firmado un espectacular Mundial.