El piloto y su compañero Lucas Cruz se convierten en los primeros corredores en convertir un coche híbrido en campeón de esta prueba.
A los 61 años, el deportista madrileño no desvela si volverá a competir pero asegura que tiene "cuerda para celebrar la victoria".
El piloto Carlos Sainz se ha alzado este viernes con su cuarto título de ganador del Rally Dakar a los 61 años de edad, convirtiéndose, más si cabe, en toda una leyenda del automovilismo.
Sainz y su infatigable compañero de sufrimiento, el catalán Lucas Cruz, copiloto del madrileño, han hecho historia al convertirse en los primeros corredores en convertir un coche híbrido en campeón del Dakar.
Una victoria contundente, pues tras la avería del francés Sébastien Loeb durante la jornada de este jueves, el español terminó la prueba con más de una hora y veinte minutos sobre el belga Guillaume de Mevius (Toyota), segundo clasificado por delante de Loeb, que acabó en el tercer escalón del podio.
A pesar de no ganar ninguna etapa, el piloto madrileño y el copiloto catalán se exhibieron con su Audi híbrido durante buena parte del Dakar y en las tres etapas más complicadas fueron los grandes protagonistas. Quedaron segundos en una primera jornada llena de piedras y pinchazos, segundos en la sexta, una crono de 48 horas por el mayor desierto de arena del último y terceros en la penúltima, otra maratón de piedras en la que Sainz bajó el ritmo tras ver la avería de Loeb, consciente de que ya nadie podría acercarse a sus tiempos de la general.
Otra de las grandes diferencias respecto a sus rivales fue el perfecto funcionamiento de su Audi, un vehículo que desde la propia marca comentaban que tenía el doble de posibilidades de pararse que los demás vehículos, pero que, sin embargo, no dio ningún problema durante todo el rally Dakar. De hecho, el mayor inconveniente para Sainz fue el de no entender los pinchazos.
“Yendo rápido, pincho; yendo despacio, pincho igual… al final no sabes qué hacer”, subrayaba Sainz el pasado miércoles. No obstante, es un mal totalmente menor para un Dakar marcado, más allá de la exhuberancia del madrileño, por los problemas que dejaron a Sainz sin grandes favoritos a los que enfrentarse.
El saudí Jazeed Al Rajhi (Toyota), líder desde la tercera etapa hasta la sexta jornada, volcó sobre las dunas en la primera de los dos días que duró la etapa reina del Dakar. En la segunda jornada de esa etapa, el catarí Nasser Al-Attiyah (Prodrive), sabedor de que Sainz le había ido abriendo hasta 25 minutos de ventaja, intentó ir con todo, pero el Dakar no le dio la posibilidad de revalidar por tercer año consecutivo el Touareg y perdió más de una hora por una avería mecánica.
Desde entonces, fue una cuestión de gestionar esfuerzos. El español tenía más de veinte minutos sobre el sueco Mattias Ekström (Audi) y algo más de treinta sobre Loeb. El primero en caer fue el sueco, al que una avería de dos horas le hizo olvidarse de sus posibilidades de pelear por la general.
Por su parte, Loeb perdió dijo adiós a sus opciones este pasado jueves, cuando una avería en la suspensión le relegó a la tercera plaza, perdiendo más de hora y cuarto respecto a Sainz.
Así, esta última etapa de 174 km que ganó Loeb fue un paseo triunfal para el madrileño, que se convierte así en el primer piloto de la historia del Dakar en ganar con cuatro marcas distintas y el más veterano en hacerlo, con más de 61 años.
Tras proclamarse ganador, Carlos Sainz no ha desvelado su futuro ni si volverá a correr el Dakar pero ha asegurado que "de momento", tiene "cuerda para celebrar la victoria".
Sainz no solo es el campeón más veterano del raid, sino que se ha convertido en el primer piloto que vence con cuatro marcas distintas (Volkswagen, Peugeot, MINI y Audi) y el primero que lo consigue con un automóvil híbrido.
"Ha sido una victoria en una edición muy competida, con un coche muy especial, con la cuarta marca. Significa mucho para mí, lo mismo que hacer historia con este tipo de coche. Me alegro mucho por Audi, en la última bala que teníamos -el último año de la marca en el rally-. Lo conseguimos y estoy encantado y quiero agradecerles la confianza", dijo a la conclusión de la última etapa del Dakar 2024.
Nada más conocerse su victoria al piloto español y a su copiloto les han llovido las felicitaciones. Entre ellas la del rey Felipe VI: “Enhorabuena Carlos Sainz y Lucas Cruz. Merecidísimos campeones del Rally Dakar por cuarta vez. Leyenda viva del motor y un orgullo para nuestro país", ha publicado la Casa del Rey en su cuenta de la red social X.