Ni distancia de seguridad, ni precauciones sanitarias. Varios cientos de aficionados del Athletic de Bilbao se saltaron todas las recomendaciones y despidieron al equipo sin distancia de seguridad y hacinados antes de partir hacia Sevilla para disputar el sábado la final de la Copa del Rey de fútbol. A pesar del llamamiento de las autoridades, los seguidores rojiblancos se citaron a través de las redes sociales.
La llegada de la expedición bilbaína a Sevilla ha sido mucho más tranquila: solo algunos aficionados le esperaban a las puertas del hotel de concentración. Llega el Athletic para la primera de las dos finales que jugará en el estadio de La Cartuja en el plazo de 15 días.
En la salida de Real Sociedad se han repetido las imágenes: cientos de personas juntas, sin distancia de seguridad. El club donostiarra puso en marcha hace semanas una iniciativa para paliar la ausencia de sus seguidores en las gradas. Ha recorrido todos los pueblos de Guipúzcoa recogiendo la bandera de cada uno de ellos: 88 enseñas en total, que viajarán con el equipo para estar presentes en la final como símbolo de esos aficionados de su provincia que no podrán asistir al encuentro.
La del sábado frente a la Real Sociedad es la final de copa del año pasado, la que la pandemia obligó a retrasar en la confianza de que pudiera asistir el público a las gradas si la lucha contra la covid lograba resultados rápidos. Pero esa lucha se alarga y al final el partido se jugará a puerta cerrada y un año después. La llegada del Athletic ha sido fría, la salida de Bilbao excesivamente calurosa.