Cada año se restauran miles de piezas
Hemos conocido el corazón del museo arqueológico de Córdoba, uno de los espacios de este tipo referentes a nivel mundial. Se trata del lugar dónde de forma minuciosa los restauradores catalogan y componen las miles de piezas que cada año llegan al museo y que luego serán expuestas.
Son como artesanos recomponiendo con extremo cuidado las piezas que llegan y que previo inventario se integrarán tras un trabajo de gran precisión ya sea en vasija, cántaro o mosaico. Este taller de restauración es el paso final previo a la exposición de las piezas recuperadas.
Es un trabajo que va desde la catalogación, a la limpieza y que concluye con la restauración. Parece un milagro que tras este árduo trabajo las piezas luzcan majestuosa.