El legado de los Abulafia, cinco siglos después
El origen del apellido está en Jaén y aquí han vuelto a reunirse descendientes de aquellos primeros judíos sefardíes que fueron expulsados de la península.
Algunos de sus descendientes se han reunido en la capital del Santo Reino.
Familias de distintos países con las distintas variables del apellido Abulafia, muy arraigado en Jaén, se han reunido en esta ciudad durante el Encuentro Mundial de aquellos descendientes que se dispersaron por el mundo tras la expulsión de los judíos. Organizado por la asociación Iuventa y Explora el Sefarat, cerca de cuarenta descendientes de aquellos Abulafias de Australia, Estados Unidos o Uruguay, entre otros países, han estado en Jaén.
Aboulafia, Abolafia o Abulafia son tres formas de decir el mismo apellido de origen sefardita que se extendió por el mundo con la expulsión de los judíos de la Península Ibérica. Ahora, cinco siglos después, alguno de sus descendientes se han juntado en Jaén.
Como acción previa, voluntarios pintaban las paredes del que fuera barrio judío de la capital y, tras su llegada el pasado jueves, han caminado por aquellas calles y han catado aceite. Han celebrado el shabbat con una cena tradicional, han recorridos las juderías de Jaén, Lucena y Córdoba y han conocido la simbología ligada a la cocina judía y lo que queda de aquella gastronomía: el pisto original, el cocido de pelotas, los gurullos de Huelma, los roscos de vino...
El encuentro de los Abulafias, que se convirtieron al cristianismo, para quedarse y lo que huyeron, para preservar su religión, nos ha traído una parte de la historia. Han llegado de Argentina, Uruguay, Francia, Estados Unidos, Israel, España... y todo a partir de un mismo tronco familiar, muy probablemente ligado al reino de Jaén.
