Se trata de un respirador artificial ideado por un cirujano del Hospital de Málaga y en el que otros ingenieros y profesores de la Universidad llevaban trabajando varias semanas. Tecnología andaluza para salvar vidas.
Ya está homologado. La Consejería de Salud y Familias ha recibido la autorización por parte de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.
El prototipo del respirador pasó todas las certificaciones e incluso se efectuaron más pruebas de las que exigía la Agencia Española del Medicamento. La última ha probado el electromagnetismo cuestión especialmente importante para el paciente y para el resto del equipamiento sanitario en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El proceso de fabricación estaba prácticamente en marcha,para ganar tiempo, pues solo se esperaba la autorización final del Ministerio. Se han subsanado los detalles burocráticos que faltaban y se han introducido algunas mejoras como la reducción del tamaño. El respirador superó también con éxito ensayos con dos pacientes reales.
La fábrica de Fujitsu en Málaga es el núcleo de la producción. Se espera hacer medio centenar de unidades cada semana en cuatro provincias andaluzas: Además de Málaga, en Jaén, Sevilla y Cádiz. Inmediatamente después se suministrará a los hospitales.
Se construyen en dos horas, no lleva componentes móviles, lo que reduce el riesgo de fallo mecánico y permite modificar de forma sencilla algunos parámetros como la frecuencia de respiración, presión o inspiración -espiración.
Se llama Andalucía Respira. EL Instituto de Investigación Biomédica de Málaga ha pivotado este proyecto que ha sido realidad gracias a la colaboración entre grupos de investigación, el Sistema Andaluz de Salud y la universidad.