La Fragata Santa María se adapta al protocolo anti covid en su nueva misión
El barco de la Armada ha salido este viernes desde la Base de Rota para unirse a la operación Atalanta contra la piratería en Somalia.
A bordo se han establecido las máximas medidas de seguridad sanitaria.
Sin festejos en su despedida por el luto nacional y sin abrazos de familiares por la normativa de salud.
La fragata Santa María ha zarpado esta mañana de la Base de Rota. Durante los próximos cinco meses participará en la Operación Atalanta de lucha contra la piratería. Navegará por aguas del Océano Índico en una travesía marcada por la pandemia del covid-19. La crisis sanitaria, el estado de alarma y el luto nacional han estado muy presentes en la despedida de la fragata de la Armada.
Apenas un centenar de familiares han podido estar en el muelle de la Base. En la cubierta de la fragata solo ha formado una parte de la dotación guardando la distancia de seguridad. Ningún marino ha podido salir del barco para dar un abrazo a sus familiares. No ha habido banda de música por el luto oficial en memoria de las víctimas del coronavirus.
Estarán navegando hasta finales del mes de Octubre. A bordo se han adoptado todas las medidas sanitarias necesarias y toda la tripulación ha tenido que guardar cuarentena en sus domicilios o en dependencias de la Armada antes de zarpar.
Mas de doscientos hombres y mujeres, marinos de la Armada Española, participarán en esta travesía que tiene una misión humanitaria: proteger a los buques del programa mundial de alimentos y luchar contra la piratería en aguas de Somalia. El Almirante de la Flota les ha despedido pidiéndoles que cuiden su salud y la convivencia a bordo y ha tenido palabras de especial cariño para un miembro de la dotación de la fragata Santa María que perdió a su madre durante el tiempo de confinamiento.
