El análisis de ADN aporta pruebas para esclarecer delitos y para identifica a autores de crímenes sin resolver.
La violación de una joven en Sevilla, hace 20 años, se ha resuelto justo cuando iba a prescribir el caso.
Las muestras de ADN recogidas hace casi 20 años han servido para identificar al autor de una violación en Sevilla, justo cuando estaba a punto de prescribir el delito. Los nuevos avances en el análisis de ADN han permitido cotejar datos y dar con el agresor, al que se le tomaron muestras hace poco a raíz de un robo.
Casos como este se resuelven a diario gracias al trabajo que se realiza en el laboratorio de ADN de la Policía Nacional de Andalucía Occidental.
El jefe del laboratorio, Francisco José Cobos, nos explica las claves del minucioso proceso que permite aportar pruebas fundamentales para esclarecer muchos delitos y poder condenar a sus autores.
El perfil genético, que es único en cada persona, se introduce en una base de datos donde están otros perfiles, algunos anónimos y otros de detenidos a los que se le toman muestras en los calabozos.
A partir de ahí, comienza el cotejo para buscar coincidencias. Unas coincidencias que pueden servir para esclarecer los hechos, a veces para inculpar al autor de un crimen, pero también para descartar a personas sospechosas.