La imagen tuvo que ser retirada del culto para realizarle una nieva intervención de urgencia sobre las pestañas e intentar devolverle a la virgen su mirada anterior.
La Hermandad reconoce que se ha producido una "alteración estética no buscada".
No son solo las pestañas. Hay gran consternación en torno a la imagen de la Virgen Macarena que nada más ser expuesta tras una intervención realizada, tuvo que ser retirada a mediodía del sábado del altar por las críticas recibidas. Por la tarde, era colocada tras sustituirle de nuevo las pestañas, pero el rechazo persiste porque aseguran que ha cambiado su expresión. La Junta de Gobierno ha reconocido lo que han llamado una alteración estética no buscada.
Eso es lo que todo se preguntaban y lamentaban los corrillos que se han formado a las puertas de la Basílica. Costaba hablar del asunto, pero todos han coincidido. No reconocen a la Esperanza Macarena en la cara que presenta la virgen. Y no todos eran macarenos. Venían de Madrid a conocer a la Macarena en persona y comprobaron la diferencia.
Muchos llegaban a comprobar lo que había pasado tras conocerse que la dolorosa universal había sido retirada al culto para sustituirle las pestañas tras la intervención a la que había sido sometida.
En un comunicado la junta de gobierno de la hermandad ha precisado que comprenden y comparten las muestras de preocupación de ahí que hayan actuado para reparar lo que reconocen como una "alteración estética no buscada". Pero lo ocurrido parece que podría tener mayores consecuencias. Según Fran López de Paz, director de El Llamador podría producirse un "problema legal" porque "lo que se vendió como una intervención conservativa ha acabado siendo una limpieza y, para eso, hay que pedir autorización al arzobispado.
La hermandad detalla que durante las últimas tres semanas, el equipo de conservadores restauradores dirigidos por el catedrático emérito Francisco Arquillo Torres ha realizado labores de mantenimiento y de conservación a las imágenes titulares. Mediante técnicas no invasivas se ha eliminado la suciedad superficial derivada del paso del tiempo. Pero los devotos no lo ven a sí. Aseguran que esta no es la mirada de su Macarena.