María no se resigna y quiere votar. La primera vez el error se resolvió sin que conozcan cómo.
Ahora espera la visita de un funcionario del censo para que compruebe que esta muerta está muy viva.
Andalucía Directo ha conocido su historia.
Parece increíble pero es así. María, una vecina de Sevilla de 89 años, no puede votar porque, según el censo, está muerta. Cuenta a Andalucía Directo que nunca ha recibido su tarjeta censal pero, al recibirla su marido, la reclamó y se enteró de que la habían dado por muerta... otra vez.
"Usted está fallecida", le dijo el funcionario con el que consiguió contactar ante su estupor. Su hija puso una reclamación y la administración le exigió que se presentara en la Casa de la Moneda. Pero María tiene 89 años y no está para muchos traslados, dice su hija. Así que logró que anunciara su visita un funcionario del censo que irá a comprobar que María está viva y, por tanto, puede votar.
María y su familia quieren, además, explicaciones sobre este error y sobre el primero que también le impidió votar en los años noventa aunque en 2012, como dice su hija, "volvió a la vida". Pero ha vuelto a ocurrir