El Málaga ya puede centrarse en la salvación tras tropezar con un rival inferior
Los de Pepe Mel no hicieron un mal partido ante un Nástic de una menor categoría pero que supo aprovechar bien dos errores infantiles en defensa.
El Málaga no da dos alegría consecutivas desde hace tiempo. Esta vez, tras levantar cabeza en la liga, se hunde en la Copa y se queda apeado frente a un rival de inferior categoría como es el Nàstic de Tarragona. Y lo más sangrante es que fue merced a dos errores incomprensibles en defensa que aprovecharon Pol y Pablo Fernández y que hicieron inútil el tanto de N'Diaye que empató el choque antes del descanso.
Y eso que el Málaga empezó siendo claro dominador del balón, llegando mucho a campo rival. Pero cuando no se esperaba, el Nástic aprovechó un error colectivo en defensa tras un saque de banda, con Manolo Reina fuera de su sitio, y con hasta dos rechaces antes de que Pol consiguiera enviar el balón al fondo de la red.
El Málaga volvió a tener la pelota y dominar y pasada la media hora de partido, Luis Muñoz se inventó una jugada para dejársela a Bustinza que puso un centro medido que N'Diaye quien remató a gol y puso la justicia en el marcador
La segunda mitad se inició, otra vez con un Málaga intenso que quería buscar con rapidez el segundo tanto. Pero los cambios le sentaron bien al equipo de Raúl Agné y Mel reaccionó poniendo sobre el campo a Rubén Castro, demostrando que no quería tirar la Copa y el enfrentamiento ante un Primera en la siguiente ronda, quién sabe si un 'grande'.
Entonces llegó la otra jugada clave del partido. Pochettino centró, Ramalho despejó muy flojo y Ramón no fue capaz de controlar, dejando a Pablo Fernández vía abierta para que anotara el 2-1.
Apretó el cuadro de Mel buscando forzar la prórroga, pero el partido finalizó y el Málaga, una vez más, cayó en la Copa del Rey ante un equipo de menos categoría.
