El 'Árbitro de la Paz' pide "respeto" a padres y entrenadores en el fútbol base

Al malagueño Ángel Andrés Jiménez se le conoce como el 'Árbitro de la Paz'. Trabaja y sueña con que algún día se consiga eliminar del mundo del fútbol el engaño, los insultos y que se instale el ambiente limpio, sano, de respeto y deportividad. Y lo hace desde la Plataforma 090 que es "un programa del ayuntamiento de Málaga que tiene el objetivo de conseguir cero violencia en los 90 minutos de un partido", ha dicho en Gente de Andalucía después de nuevos episodios contra los y las jóvenes árbitros del fútbol andaluz y en plena polémica por los ataques del Real Madrid al colectivo arbitral a nivel de fútbol de elite. 

Su pretensión parece una quimera a día de hoy, pero por ello lleva peleando y poniendo su granito de arena desde 2006, cuando tras un parón de cuatro años volvió a colgarse el silbato para pitar partidos de fútbol base. De ahí que pretenda que "el deporte base sea un ejemplo de valores, sin falta de respeto, donde los chavales puedan divertirse y haya honestidad, no la trampa y el engaño. Deporte para la vida para que crezca de forma saludable".

El problema lo señala claramente: "Para un niño de diez años perder un partido no tiene ninguna trascendencia, pero sí para algunos padres y entrenadores que le dan más importancia a ganar, cuando la victoria más grande es crear un espacio bonito. El fallo está en no entender la esencia del deporte", ha señalado a la vez que no deja de pedir "respeto".

Este árbitro demanda algo que no se está haciendo y es "la aplicación del protocolo contra la violencia verbal" y que da potestad al árbitro para parar el partido y si continúan los insultos, suspenderlo. Eso sí, cuando los árbitros son niños comprende que se ven intimidados y por eso pide el apoyo de entrenadores, equipos y afición.

Muchas veces son los menores los que le dan un ejemplo a los adultos y en su caso recuerda, y aquello le encaminó a lo que es hoy, como "hace muchos años, antes de ser 'Árbitro de la Paz' en un partido de cadetes en el que me estaban insultando muchísimo, uno de los chicos se fue a su propia afición y les dijo: "Un poco de respeto para este hombre".