La lluvia elevó el caudal del río Guadalimar, que desemboca en el embalse de Giribaile. No se han producido daños importantes.
Una fuerte tromba de agua sorprendió este jueves a los vecinos de Santo Tomé, en la provincia de Jáen. La lluvia elevó el caudal del río Guadalimar, que desemboca en el embalse de Giribaile.
Es una zona muy castigada por la escasez de lluvia, que no deja de ser un grave problema. La fuerza del agua ha arrastrado troncos y ramas que obligaron a cortar el tráfico en la carretera A-6204. Han caído hasta cincuenta litros por metro cuadrado en una hora, si bien no se han producido daños importantes.