A una semana para que empiecen las clases en los institutos, miles de jóvenes se enfrentan a tener que dejar el móvil varias horas mientras están en clase.
Queda una semana para que empiecen las clases en los institutos y eso supondrá que miles de adolescentes tengan que separarse del que ha sido un compañero inseparable en vacaciones: el móvil.
Una desconexión que costará al principio para unos jóvenes que tendrán que dejar su móvil en la mochila durante al menos seis horas. En verano, en grupo, a solas o paseando, los móviles han sido casi un apéndice las 24 horas del día. Y ahora llega la separación.
Dentro de una semana, el móvil se apaga en la puerta del instituto. La adaptación irá por fases, como explica Olga Rodríguez, experta en Programación Neurolingüística. Al principio cuesta más, pero luego no solo asumirán lo que hay, sino que le sacarán partido, asegura.
De ahí que, según su consejo, es mejor no intentar dosificar el móvil en los días que quedan hasta que comiencen las clases. Tarde o temprano tendrán que dejar el móvil en un segundo plano para estar presentes en el grupo, en clase y en su vida.