Los boyeros de las carretas rocieras no tienen alternativas
Los ganaderos del Rocío mantienen a duras penas a los bueyes que antes hacían varias romerías al año, incluida la de mayo.
Los sesenta euros al mes que cuesta la manutención de cada animal ponen las cosas un poco más difíciles; de ocho animales que tenía el año pasado este ganadero, se ha quedado con 6 y no descarta seguir reduciendo su número.
Las hermandades filiales y asociaciones que acuden cada año a la Romería del Rocío suelen utilizar bueyes como animales de tiro en las carretas del Simpecado.
En la provincia de Huelva tenemos el ejemplo de Moguer, La Palma o Bollullos del Condado. Dos años consecutivos de suspensiones romeras han dejado a estos animales en el corral y a los ganaderos con ninguna clase de ingresos.
Antonio acude cada día al corral de la aldea de El Rocío donde guarda sus animales, tres pares de bueyes. Darles de comer y poco más es lo que ha hecho desde que se declaró la pandemia por coronavirus, que suspendió todas las romerías y peregrinaciones, incluida la del Rocío.
Pero los sesenta euros al mes que cuesta la manutención de cada animal ponen las cosas un poco más difíciles; de ocho animales que tenía el año pasado este ganadero, se ha quedado con 6 y no descarta seguir reduciendo su número.
De momento, la espera es la única alternativa que deja la pandemia para poder volver a disfrutar de una romería, aunque seguramente será muy diferente a lo que ha conocido Antonio durante tantos años.
