Con su huelga en 1982 las tejedoras de La Apujarreña lograron evitar que la empresa trasladara el telar a Filipinas.
Ahora se les rinde homenaje por su defensa de los derechos laborales y en las calles del pueblo el monumento de una tejedora mantiene vivo su recuerdo.
Su lucha comenzó en 1977 con la reivindicación de calefacción en el trabajo y hora para el bocadillo.
En 1982 un grupo de mujeres trabajadoras del Telar La Alpujarreña, en La Zubia, protagonizaron una huelga que les llevó a encerrarse durante cinco días en la Catedral de Granada. Una protesta por sus derechos laborales y para impedir que la empresa fuera trasladada a Filipinas, donde los costes laborales eran muy bajos y la mano de obra barata.
Para conmemorar el 41 aniversario de aquella protesta, el sindicato CCOO de Granada y la pastoral del trabajo del Arzobispado han celebrado un encuentro este miércoles para rendir homenaje a este grupo de mujeres.
La lucha de las “telaras” se inició en 1977, año en el que pelearon por la calefacción y la hora del bocadillo. Pero el momento álgido de su movilización por los derechos laborales llegó en 1982 con el encierro en la Catedral con el que evitaron el traslado del telar.
Mantener vivo el carácter reivindicativo y el ejemplo de estas mujeres ha sido el objetivo del homenaje. También reconocer el valor de la unidad que a estas trabajadoras les sirvió para lograr sus demandas, tal y como recuerda María Trinidad Montes, secretaria de la Mujer de CCOO.
El paso del tiempo no ha borrado la valentía con la que afrontaron la lucha por las mejoras salariales y laborales y por la continuidad de la fábrica. Las “telaras” hacen extensivo el homenaje a La Zubia y su carácter reivindicativo. Porque como recuerda una de las protagonistas de aquel encierro, Encarnación Molina, el pueblo se volcó en apoyarlas con una huelga general.
En La Zubia el recuerdo de las “telaras” permanece vivo. Un monumento de una tejedora preside una de sus plazas.