Investigadores de la Universidad de Sevilla, de la Loyola y regantes de Feragua han puesto en marcha un proyecto para el ahorro de agua en el campo utilizando las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial
Con sensores clavados en una explotación agraria se puede saber qué cantidad de agua necesitan estos tomates o durante cuánto tiempo hay que regarlos. Pero los investigadores han dado un paso más, pueden conocer qué litros mínimos de agua son suficientes para producir verduras sin que éstas sufran ningún daño, es lo que se llama riego deficitario.
Para eso investigadores de la Universidad de Sevilla, de la Loyola o los regantes de Feragua utilizan unas aplicaciones tecnológicas y la inteligencia artificial.
Han conseguido demostrar que con este sistema de riego en estas parcelas de tomates, lechugas o cebollas se puede ahorrar hasta un 40 por ciento de agua en comparación con otras formas de regar el campo. Es el futuro de la agricultura.