Pescadores, rederos y artesanos colaboran para reciclar redes y darles una seguna vida
El programa Reduse, puesto en marcha en Sanlúcar, pretende sensibilizar y fomentar la sostenibilidad.
Se calcula que los residuos asociados a la pesca en España suponen una media del 3% de las basuras marinas.
Más de 22.000 kilos de redes han sido retiradas del puerto de Sanlúcar para su reciclaje. Es parte de un proyecto que busca acabar con estos residuos y dotarlos de una segunda vida. Muchas de estas artes se han convertido ya en objetos decorativos o mobiliario urbano.
Cae el sol en Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda. Es el tercer puerto pesquero de Andalucía. Esta actividad genera más de 20.000 empleos, directos e indirectos, en la comunidad, lo que se traduce en desarrollo económico para muchas localidades costeras como esta.
Pero también ocasiona problemas medioambientales. Se calcula que los residuos asociados a la pesca en España suponen una media del 3% de las basuras marinas. Toneladas de plásticos que acaban en el mar cada año. Una parte importante corresponde a redes y aparejos de pesca perdidos o abandonados en tierra.
Desde hace 5 años el puerto sanluqueño ha conseguido implantar un modelo de gestión que busca promover la economía circular para aprovechar la vida útil de estas artes. Lo que empezó siendo un proyecto piloto, hoy es ya una realidad.
Sensibilización, formación y fomento de la sostenibilidad gracias al proyecto Reduse, acorde con la directiva europea y de la mano de la Confederación Española de Pesca. La colaboración de Puertos de Andalucía, y la implicación de pescadores y rederos ha sido fundamental
Reducir, recuperar y reciclar estas redes es lo que hace Gravity Wave una de las empresas participantes en la iniciativa. Transforma estos residuos en bancos, papeleras o mesas. Pero conseguirlo no ha sido fácil.
La mejor red es aquella que regresa a tierra y termina en manos de quienes la fabricaron. Salvador es maestro redero desde niño, un oficio que ahora transmite a sus hijos. Beatriz ha creado su empresa gracias a la reutilización de estas artes. Ambos, junto a otros rederos han hecho realidad el sueño de Beatriz.
El potencial de la red para producir beneficios es mucho, una vez descartadas para la pesca. Es algo más que un proyecto medioambiental, representa también una oportunidad de negocio y un ejemplo de que la sostenibilidad es posible.
