La fibrosis quística es una enfermedad crónica que limita la esperanza de vida de las personas que la sufren. El deterioro de la función pulmonar hace que se plantee el trasplante y, en muchos de los casos, es la única posibilidad de salvar la vida de los enfermos. Así le ocurrió a Rosa Corbí, médico y trasplantada de ambos pulmones en 2005.