Nadie podía imaginar que desde un rincón tan apartado de los centros de control como Cuevas de Almanzora, en Almería, unos muchachos entusiastas alcanzarían éxitos imborrables como "Llorando por Granada", "Cuando salga la luna" o "Esa niña que me mira", canciones que se incorporaron de inmediato en la mochila sentimental de varias generaciones con un pop más melodioso por lo general que las bases instrumentales, más cercanas a la psicodelia y al rock, que les servían de soporte. Más de 200 canciones sumó Pepe a lo largo de su carrera, con letras que abordaban lo cotidiano y sin pensar jamás en las listas de éxitos, hasta alcanzar un sonido propio que para muchos se hizo inolvidable y por ello siguen aún en activo. Algunos se atreven a señalar que "Llorando por Granada" y otras canciones merodeaban ya como pioneras de lo que poco después culminaría el grupo "Triana" bajo la denominación de rock andaluz.