Un espacio donde conviven los deseos, que se nutre de los anhelos del pasado, y los sentimientos pueden recuperarse. En esta nueva creación Manuel Liñán busca el sustento a través de la emoción y la carne, un viaje que lo invita a descubrir la necesidad del ser humano por relacionarse, el acercamiento entre los cuerpos, lo que los impulsa, y sus consecuencias.