En La Mañana de Andalucía de Jesús Vigorra, Antonio García Barbeito dedica sus perversos a los Botos con Be y con Uve Decían las sevillanas: ?Lloran los pinos del Coto?? El camino del Rocío tiene momentos hermosos, reencuentros de amigos viejos que se dan abrazos hondos, una copla, y una copa, y otro abrazo, y ya los ojos brillan cubiertos de lágrimas. Por las lágrimas conozco a amigos que en el cariño ya tienen un sitio propio. Por el jueves rociero voy con gente que conozco y afloran los sentimientos y dejo que salgan solos. Por el jueves rociero voy por pueblos del contorno y encuentro pies que caminan con lo de siempre, los botos. Y colgados de cordeles y asomándose en las fotos veo caras de candidatos que nos piden nuestro voto. Rocío con elecciones, con mítines y piropos al Simpecado, a la Virgen, con promesas que en el fondo piden salud y gobierno de los suyos. Todo es poco. Por el jueves rociero caminan firmes con botos muchos rocieros, muchos, y asomándose a nosotros, con la mano de un cartel, votos solicitan, votos. Se escribió siempre con be, si era rociero el boto, y desde la democracia -si coinciden- tiene otro nuevo trazo en la escritura, votos con uve. Nerviosos andan los votos con uve, y botos con be, dichosos. Porque el Rocío gobierna por el pinar arenoso, por los sesteos y las noches de rezo, baile y jolgorio, que por aquí vida y fe se llevan como dos novios, y es la vida en el Rocío, mandamiento obligatorio. Votos con uve, en las urnas; con un futuro dudoso; botos con be, en el camino, firmes, presentes, dichosos. Voto con uve, en la mano, y el boto con be, hasta el fondo, en los pies, firme camino. Que queden claros los botos.