El alcalde de Sevilla que de nombre es Juan Espadas, que es persona encantadora por voz de quienes lo tratan, se ha atrevido a hablar en chino porque lo exigen las ganas de que el turismo de allí vuelva a Sevilla mañana, cuando lleguen las vacunas y el virus por fin se vaya. Y don Juan, que por su tierra hace lo que le haga falta, salió hablando chino, el hombre, Y... 'Tania jáu, wo-chí' -que será un 'Hola, qué pasa'- Y 'chipanyá, sangüelilla' -que será un 'Muy güenas, miarma...'- Soltó un 'chiyán' y al momento, dio su nombre: 'Juan Espadas'. Después dijo: 'Chaenché...', será: 'La cosa está mala'; y después, 'Sinchú, yeayé', esa expresión es más clara, y querrá decir, quizá, 'ayer cayó mucha agua, poco a poco, lentamente, y aunque las calles se encharcan, vienen bien a los jardines y que después, con la cámara, podáis retratarlos bien sin desprenderse del mapa...' Yo a esa altura no sabía si es que frente al Loco estaba recitando, es un decir, el genial Tito Triana con media lengua matando a cachos las sevillanas. Después dijo 'Wo suyuá...' Y el término se me escapa, pero a lo mejor soltó que había que ir al Alcázar, y gastarse los dineros en hoteles, cenas, tapas, Y no pasarse los días gratis en la Plaza España. 'Chin jai dechón quó...' Ay, Dios mío de mi alma... ¡Quintero, ven, por favor, la exclusiva se te escapa...! Aunque reconozco yo que esa frase está más clara: 'Tienen que venir ustedes a ver la Semana Santa, y la Feria, y las corridas en la Real Maestranza...' Qué buen alcalde Sevilla tiene en el señor Espadas, aunque los chinos y yo no entendiéramos ni papa. A. García Barbeito